martes, 4 de mayo de 2010

Narcocorridos. Letras del crimen

(Texto publicado en Libertad Digital.com en noviembre de 2008)

1.- Portavoces de mitos


La vida vinculada a los cárteles de la droga, eso son los "narcocorridos". En el norte de México, junto a la frontera con EEUU, triunfa un estilo musical que ha desatado furor desde la década de los años setenta, allá cuando "Los Tigres del Norte" entonaron por primera vez "Contrabando y traición". Actualmente, ese género tiene eco en un sinnúmero de grupos musicales surgidos de la típica música norteña. Su particularidad: canciones dedicadas a los jefes o miembros destacados de los cárteles que controlan el tráfico de estupefacientes. Sus interpretes se han convertido en una especie de "portavoces" de esas organizaciones del crimen.

El mundo del narcotráfico en México pende entre la cruda realidad de los miles de asesinatos que se cobran cada año las pugnas entre los cárteles de la droga y el Gobierno, y el mito de hombres con chequeras inagotables, poder territorial, honor, fama y mujeres. La violencia del narcotráfico ejerce su influencia en los hogares mexicanos a través de ese tipo la música que exalta las "hazañas" de los capos. También penetra gracias a la profusa iconografía de armas, sombreros y lujosos vehículos que utilizan los jefes y miembros destacados de los carteles. Especialmente en algunas zonas del norte y centro del país, los capos mexicanos son vistos como valientes hombres con vidas fantásticas y misteriosas que tienen la capacidad de financiar cualquier capricho extravagante y realizar proezas homéricas. Miles de jóvenes salen cada años de sus hogares con la única intención de alcanzar ese estilo de vida.

Soy el jefe de jefe señores / me respetan a todos niveles / y mi nombre y fotografía nunca van a mirar en papeles / porque a mí el periodista me quiere / y si no mi amistad se la pierde

Cantan los legendarios "Tigres del Norte"

2.- Chalino, el origen

¡A mi me gustan los corridos porque son los hechos reales de nuestro pueblo!

Si, a mi también me gustan porque en ellos se cantan la pura verdad...

¡Pues ponlos pues!

¡Orale, ahí van!

Introducción de "Jefe de jefes" de "Los Tigres del Norte"

Una paradoja envuelve en México a los "narcocorridos" desde hace décadas. Las letras cuentan las aventuras de violentos criminales, enemigos de la sociedad, y se lanzan alabanzas a los jefes de los cárteles de la droga. Pero, esos temas son escuchados en la radio continuamente y cautivan a muchos mexicanos. Compuestas con música norteña y cantadas al estilo de los corridos de la Revolución Mexicana, narran el modo en que los personajes siembran y trafican con marihuana y cocaína. También hablan de amores, traiciones y tragedias.

Derivado del histórico corrido mexicano, el "narcocorrido" tuvo entre sus primeros exponentes a Rosalino "Chalino" Sánchez Félix, un artista de Sinaloa, estado norteño conocido como la "tierra del narco". Su historia comenzó a los nueve años, cuando se enteró de que una de sus hermanas había sido violada en una fiesta. El pequeño juró vengarse de la afrenta. A los diecisiete años asesinó al agresor sexual de su hermana y se convirtió en prófugo de la justicia mexicana pues inmediatamente cruzó la frontera norte y se empleó en la recogida de fruta en California. Al poco tiempo se unió a su hermano Armando y trabajó como "coyote" (traficante de indocumentados) en la zona fronteriza de Tijuana. Su hermano fue asesinado en 1984 y abandonó el "oficio".

Su leyenda cuenta que cuando tuvo suficiente dinero, hizo su sueño realidad: grabó su primer corrido con dedicatoria para su hermano. Así comenzó su trayectoria musical. Gracias a su facilidad para componer y a su dominio de la música norteña compuso panegíricos a petición de los narcotraficantes. Grabó diecinueve discos con "narcocorridos" pero su carrera se truncó a los 31 años, cuando murió asesinado después de una presentación en su estado natal.

Tras la estela de "Chalino" siguieron otros músicos, lo que propició que este subgénero comenzara a invadir la radio mexicana con grupos como "Los Tigres del Norte" y su famoso tema "Contrabando y traición":

"Salieron de San Isidro, procedentes de Tijuana, traían las llantas del carro repletas de yerba mala. Eran Emilio Varela y Camelia 'La Texana'. Pasaron por San Clemente, los paró la migración, les pidió sus documentos, les dijo de dónde son, ella era de San Antonio", dice la canción que copó los primeros lugares de popularidad radial.

Otros destacados intérpretes de "narcocorridos" son "Los Tucanes de Tijuana" y Lupillo Rivera, quien próximamente lanzará un álbum con sus canciones. Debido a la mala fama de los "narcocorridos" en los últimos años han sido vetados en algunas emisoras de radio del país. Las empresas invocan los artículos 5 y 63 de la Ley Federal de Radio y Televisión para justificarse. El primero de ellos señala que las emisiones deben contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y al mejoramiento de las formas de convivencia humana. El segundo prohíbe todas las retransmisiones que usen un lenguaje soez o corrupto y las contrarias a las buenas costumbres, ya sea mediante expresiones maliciosas, palabras o imágenes, frases o escenas de doble sentido que hagan apología de la violencia o del crimen.

Jefe de la nueva mafia / a lo bueno acostumbrado / lo apasionan las mujeres / los corridos y los carros / también los cuernos de chivo (fusil AK47) / es un hombre de cuidado

"El diamante negro", canción de la popular banda de música "Los Tucanes de Tijuana"

3.- Tiro de gracia

La ola de violencia del narcotráfico en México –que en 2007 se ha cobrado la vida de al menos 2.500 personas– arrastra ahora también a músicos locales conocidos como "gruperos" e interpretes de los "narcocorridos". Esa cercanía provoca que la creencia popular, y en algunas veces la realidad, relacione directamente a los artistas con los capos de los cárteles.

En los últimos dos años esas relaciones peligrosas han convertido a los músicos en blanco de la lucha entre narcotraficantes. En noviembre de 2006 el cantante norteño Valentín Elizalde, uno de los principales compositores de "narcocorridos", fue asesinado después de cantar cerca de la frontera con McAllen, Texas, un hecho que conmocionó al mundo musical. Los hermanos del artista declararon entonces que ya no cantarían más corridos violentos para proteger su integridad física y no correr la misma suerte que su hermano.

El sábado 1 de diciembre de 2007, la vocalista de veintiocho años Zayda Peña, del grupo "Zayda y Los Culpables", murió tras ser atacada por un sicario en un hospital de la ciudad de Matamoros, estado de Tamaulipas, en el nordeste de México, zona controlada por el cártel del Golfo. La cantante había sido llevada al hospital herida de bala pero allí, en el quirófano, otra persona le disparó en la cara en dos ocasiones. La agrupación musical de Peña grabó un tema que se titula "Tiro de Gracia", frase que refiere al disparo en la sien con que los sicarios suelen rematar a sus víctimas.

El 3 de diciembre de 2007, personal de la Procuraduría estatal de Michoacán (fiscalía), encontró un cadáver con huellas de tortura en una carretera. Se trataba de Sergio Gómez, cantante del grupo "K-Paz de la Sierra", conocido en el mundo de la música por el "pasito duranguense", una forma de baile entre lo norteño y lo "grupero". Jorge Medina, vocalista de la "Arrolladora banda Limón", dijo en una entrevista televisiva que "no se trata sólo de ataques a nosotros los 'gruperos', sino a todas las personas. Los motivos no importan, es lo de menos. Estos asesinatos han sido con mucha crueldad y esto nos pone tensos porque la gente ya no quieren ir a los bailes".

El problema es que los "gruperos" acuden con frecuencia a cantar en fiestas de los propios narcotraficantes, pero muchas veces no saben quién los ha contratado. Así lo confirmó de alguna forma el hijo del narcotraficante colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, cuando en un libro de reciente publicación aseguró que el cantante mexicano Juan Gabriel y el comediante Roberto Gómez Bolaños "Chespirito" amenizaron fiestas de varios capos del cártel de Cali.

4.- Armas lujosas

Tres fusiles automáticos y una pistola bañados con una pintura a imitación del oro, requisados en México al narcotráfico, reflejan el afán de las mafias organizadas por alardear de su poder y la ostentación que rodea sus vidas. El llamativo arsenal fue exhibido a finales de abril de 2007 por funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) en la capital mexicana. Junto a las armas había gruesos fajos de dólares, máquinas para contar billetes, cocaína, marihuana, joyas y otros objetos.

Entre el conjunto de armas encontradas llamaban poderosamente la atención una R-15, una AK-47, una pistola de calibre cincuenta y otra arma larga fabricada por los propios criminales con culata retráctil. Los agentes dijeron a los periodistas que desconocían la razón precisa por la que los narcotraficantes dueños de estas armas decidieron darles tan vistosa apariencia y aclararon que su pintura no era realmente de oro. Recordaron que la práctica de tener armas que imitan ese metal precioso no es inédita y que no es la primera vez que son halladas en el norte de México. Las autoridades mexicanas deducen que estos peculiares pertrechos suelen ser regalos entre narcotraficantes.

Para José Reveles, analista mexicano especialista en cuestiones de seguridad y narcotrafico, los fusiles "latoneados" tienen probablemente que ver con el fetichismo de los traficantes de drogas. Dijo que "no sé qué simbolismo atribuirle, pero a ellos les gusta mucho llamar la atención, lo cual es una paradoja: deben esconderse pero tienen que lucirse para impresionar" a sus contrincantes y a la Policía. Ese fenómeno, en opinión de Reveles, se manifiesta también en los "narcocorridos", canciones populares del norte mexicano con letras que narran sus andanzas, y en las "ejecuciones" o asesinatos por encargo.

Además, en los últimos meses se ha puesto de moda entre los carteles de la droga el uso de la página de Internet "Youtube" para enviar vídeos de "ejecuciones", algunas con decapitaciones como las que se han hecho famosas en las guerras de Afganistán e Irak, o de amenazas de muerte. Las advertencias son frecuentes también con cartas u objetos que dejan al lado de los cadáveres de sus víctimas o en la propia forma de abandonar los cuerpos, algunos decapitados, otros envueltos en sábanas o con toallas en la cabeza. Algunos han aparecido incluso junto a sus mascotas, también muertas.

La espectacularidad en el proceder de las bandas mafiosas no es nueva ni exclusiva de México. En 1992, recordó Reveles, los capos Joaquín "El Chapo" Guzmán y Héctor Luis "El Güero" Palma, del cartel de Sinaloa, intentaron matar a sus rivales del cartel de Tijuana, los hermanos Arellano Félix, en un atentado en el que atacaron con un camión blindado una discoteca de Puerto Vallarta, en la costa oeste de México.

Pero la mejor muestra de la ostentación de los narcos se encuentra en un museo de la Secretaría (ministerio) de Defensa Nacional. En la exposición, cuyo acceso es restringido, es posible observar las pistolas personales de Amado Carrillo, "El señor de los cielos", jefe del cartel de Juárez fallecido en 1997, de Guzmán y de Palma. Esas armas tienen culatas de oro e incrustaciones de diamantes y de esmeraldas, como las cruces y otras joyas que suelen llevar los capos mafiosos.

5.- Protección divina

Los capos mexicanos toman ejemplo de los códigos de honor de las mafias italianas y respetan una estricta jerarquía donde la religión viene en primer lugar. Esa característica revela una importante personalidad supersticiosa. Los temibles narcotraficantes se encomiendan a menudo a la "Santísima Muerte", cuya imagen incrustan en las cachas de oro de sus pistolas: un esqueleto vestido a imagen y semejanza de la Virgen de Guadalupe (patrona de los mexicanos). Su culto ha observado un "boom" en los últimos años en diversas regiones de México pero sobre todo en la frontera norte con EEUU, donde los fugitivos o encarcelados jefes de la cocaína la veneran. Cada 31 de octubre, los fieles de esta imagen, que se consigue fácilmente en mercados callejeros y puestos de revistas de barrios populares, hacen fiestas con música de mariachi, comida y bebida para agradecerle algún favor recibido.

Otro estandarte de la religiosidad de la violencia es la veneración de Jesús Malverde, el llamado "Santo de los narcos", cuya imagen aparece continuamente en los domicilios allanados por la policía antidrogas y al que muchas personas le atribuyen milagros. También conocido como el "Bandido Milagroso" es representado como un típico hombre norteño, blanco, con bigote oscuro, cejas pobladas, camisa blanca, pelo negro corto y una pañoleta del mismo color cerrada en un nudo alrededor del cuello. El origen de esta figura, que se adora en Colombia, México y EEEUU, es impreciso, pero, según la leyenda, se trata de un ladrón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres y que se ocultaba tras hojas de plátano.

A la santa Muerte" y a Jesús Malverde" se les levantan altares y se les deja ofrendas de licor y marihuana, lo que muestra que su devoción no requiere de ética, ante la carencia de un compromiso moral de buen comportamiento para ganarse el favor de los santos, a los que simplemente se le dan dádivas para obtener su protección. Maletines con dólares, estuches de guitarra que guardan armas, camionetas blindadas, jets privados y avionetas son otros dominios del "narco", como se le refiere en abstracto a los traficantes mafiosos en México.

Contra este "ejército" de hombres supersticiosos, adinerados e irreverentes que trafican por los desiertos mexicanos luchan las fuerzas de seguridad del Estado, en una guerra que se ha cobrado ya la vida de unas 1.200 personas en lo que va de año.

6.- Temas peligrosos

Los Titanes de Durango

http://mx.youtube.com/watch?v=UNRlBop2Jbs
El Monarca de Sinaloa

http://mx.youtube.com/watch?v=J_GsatDN3sY

Los Tucanes de Tijuana

http://mx.youtube.com/watch?v=6HehNj_OvZU&feature=related


Oliver Ochoa, el M-6

http://mx.youtube.com/watch?v=-DjJ3AUre8w

 
Textos con información de Cambio, Televisa, EFE, El Universal, El Noroeste y El Debate

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